Hoy fui consciente de que el pretérito imperfecto se utiliza para narrar los sueños. El uso principal que se suele hacer de esta forma verbal es para hablar de acontecimientos que ocurrieron en el pasado sin darle importancia a cuando terminaron.
Esto me hace pensar que, entonces, los sueños no se cumplen por eso mismo, porque se utiliza el imperfecto. Se quedan ahí, perdidos, en el limbo de los sueños.
Por eso he decido que a partir de ahora los contaré en presente de indicativo (algo parecido al uso del presente histórico), para darles un poco de margen a que ocurra alguno, aunque se trate del más absurdo y enrevesado.
Ya les contaré qué tal va el experimento.
1 comentario:
"Para que las cosas sean posibles un día, hay que pedirlas cuando parecen imposibles. Si renunciamos de entrada a dicha posibilidad nos entregamos de pies y manos". Salvador Allende.
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