Le he dado vueltas y vueltas. No puedo quitarme de la cabeza la idea de ser yo por una vez la persona que haga a otra huir del puerto tierra adentro; la tormenta que arrastre hacia el huerto. Y a la vez ser quien reciba en calma; ser el huerto que acoja.
"¿A dónde te marchas, canción de la brisa,
tan rápida, tan detenida,
disparo en la sien y metralla en la risa,
gaviota que pasa y se lleva la vida?"
Ser tormenta y huerto.