12 de julio de 2009

Placeres cotidianos


En una conversación de lo más banal con una amiga, salieron a relucir esos placeres no escritos pero que todos hemos experimentado alguna vez, como hacer pis después de llevar aguantando lo que parece una eternidad, quitarte los zapatos después de llevar caminando todo el día, darle la vuelta a la almohada y seguir durmiendo por el lado fresquito.

Añado uno más: el roce de la ropa húmeda cuando la tiendes en la azotea en un día de calor. Que les parecerá una tontería, pero yo me pasaría todo el rato caminando entre las camisetas, pantalones, bragas y calcetines, mientras el sol raja las piedras y yo estoy a punto de convertirme en un "redneck" de la América profunda... Me he dado cuenta de que tardo más de lo normal en tender y doy mil vueltas para llegar a las trabas.

Placeres cotidianos que a cada uno le alegran un poco la vida.

1 comentario:

spulzeer dijo...

Otro placer cotidiano, para mí, caminar descalza en casa, la de siempre, porque nunca dejan de estar fríos...